La emoción de los regalos

 El acto de regalar es un momento para detenerse y reflexionar sobre el papel que juega esa persona en nuestras vidas.
Regalar enciende emociones complejas e importantes.

En todas las culturas se hacen regalos. Suelen hacerse por cumpleaños, día de la madre, del padre, navidades… Es más costumbre que obligación. El acto de regalar es un momento para detenerse y reflexionar sobre el papel que juega esa persona en nuestras vidas. Es una ocasión para mostrar nuestro aprecio.

A nivel personal, algunos pueden pensar que regalar se ha vuelto demasiado materialista. No debemos subestimar el poder de regalar. Los psicólogos saben que regalar es una forma importante de conectar.

La entrega es una gran parte del ritual. Sentirse apreciado, respetado y querido está en el esfuerzo, el tiempo y el pensamiento dado al regalo, incluso en el envoltorio. Con tu elección del regalo estás compartiendo algo sobre quién eres: ¡un regalo tiene la capacidad de fortalecer un vínculo, mostrar amor y gratitud, o simplemente hacer que alguien se sienta especial!

Pensar en el receptor y el tipo de regalo que le gustaría también mejora la conexión y construye relaciones.

Regalar enciende emociones complejas e importantes. Ya sea que regalemos para ser parte del momento o destacar (eje horizontal), o si el regalo crea el momento o hace que el momento sea importante (eje vertical), estamos buscando que nuestro regalo toque el corazón, la emoción. 

Los regalos pueden definirse por estas dinámicas psicológicas subyacentes.   

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